Cuando vamos a un museo de historia natural y vemos uno de esos grandes esqueletos colocados a la perfección hueso por hueso, no nos podemos imaginar el trabajo que acarrea llevar los restos de un dinosaurio hasta ese punto, pero no hablo solo de colocar los huesecillos, sino de los años de trabajo que hacen falta para encontrar los huesos, desenterrarlos, limpiarlos, transportarlos y colocarlos. Las personas que se dedican a desenterrar y estudiar huesos son los paleontólogos, y gracias a ellos conocemos el estilo de vida de los dinosaurios, su comportamiento y su aspecto. En clase hemos hecho lo mismo. Rodrigo nos he traído un trozo de tierra con arcilla y ahí debíamos encontrar no sabíamos qué.
Nos hemos puesto manos a la obra con las herramientas necesarias y poco a poco, han ido surgiendo restos que íbamos retirando con mucho cuidado pues los huesos en la mayoría de los casos son muy frágiles y al final ¡hemos encontrado ¡el esqueleto de un dinosaurio!
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