LAS CAVERNAS

En el Paleolítico superior, el Homo sapiens se encuentra muy feliz en los cobijos naturales. En ellos, se centra la vida familiar y de grupo. Sin embargo, la cueva no es una casa para todas las estaciones. En efecto, pasado el invierno, las manadas de bisontes, renos... emigran a los pastos de verano. El experto cazador los observa y alerta a sus compañeros: "Sigamos la manada"
Con los primeros fríos, no obstante, regresará con su grupo a la caverna ya conocida y así pasar el invierno dejando huellas de su presencia adornando las paredes con dibujos y pinturas.