El objetivo ha sido desmitificar algunos conceptos que los niños tenían de los fantasmas, sobre todo a la hora de ir a la cama, cuando el silencio y la oscuridad se imponen, por la hora.
Previamente al cuento, ellos me contaban lo que creían que era un fantasma, y estas han sido algunas de sus respuestas:
- una manta que da mucho miedo.
- es invisible y pasa por las paredes.
- una cosa que se esconde y no se puede ver.
- algo baboso que puede flotar.
- un espectro.
Ante estas ideas, les pregunté si alguna vez habían visto algún fantasma en algún sitio, y ¡nos invaden están en todos los sitios, veréis!:
- lo ví en mi casa, debajo de mi cama y me hacía cosquillas.
- en casa de los abuelos en Córdoba, en la chimenea y no me acerco mucho a ella porque quieren que me queme.
- en la montaña y hacían mucho ruido.
- en casa de mi amigo y juego con él todas las tardes.
- en mi casa y cuando llego del cole se esconde, porque me tiene miedo.